Muchos me han preguntado, ¿Por qué escribo? La razón no es
simple, es un conjunto de cosas entrelazadas, pero la podría resumir en una
frase: evitar el desperdicio. Imagino que todos, no lo he preguntado, pero al
menos yo sueño despierto. Imagino historias, creo personajes, desde que nací que
tengo “amigos imaginarios”, con los que libro batallas épicas y descubrimos
tesoros de piratas. Cuando era pequeño, yo siempre era l protagonista, pero ese
“yo” podía tener otra historia u otro nombre. Y además, era el hermano mayor.
Como viajábamos a menudo, en esos eternos trayectos en auto mis hermanos se
aburrían, y un día, decidí hacer algo para entretenerlos. No tenía planeado
nada, y me puse a inventar una historia. Esta vez, el protagonista no era yo,
sino mis hermanos, los dos, que vivían las aventuras. Y no tenía idea de que
iba a pasar, sólo hablaba, y los dejaba cautivados con la historia a veces, y
otras tantas se entusiasmaban y ellos seguían. En esos momentos me enfadaba un
poco, y les decía algo así como “¿Quién está contando el cuento?” Nunca pensé
escribir en serio, pero aún así quería ser premio nobel de literatura. “Pero más
grande”, pensaba.”Como a los doce, trece años a más tardar”. Cuando cumplí esa
edad, no era premio nobel, pero dejé de contar cuentos, y comencé a
escribirlos, y a veces se los leía a mis hermanos, y otras los publicaba en
páginas web. Volviendo a la frase inicia, “evitar el desperdicio”, ¿Cómo,
teniendo tantas cosas en la cabeza la gente tantas historias imposibles, se van
a quedar dentro de uno? Todo lo vivido, lo leído, oído o imaginado, ¿Se va a
botar al trasto de basura? Prefiero dejar un registro de ello, prefiero
escribir.
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